La energía del movimiento

Los relojes mecánicos combinan energía, diseñoy movimiento. Su movimiento más notable es, sin duda, mediante las manecillas. Pero en comparación con lo que ocurre en el interior del reloj, su suave deslizamiento por la esfera es prácticamente un momento de calma. Un fondo de cristal revela el pulso acelerado del volante y, en el caso de los calibres automáticos, la oscilación del rotor. La mirada a fondo en el interior del movimiento que nos ofrece nuestra cámara muestra más giros y rotaciones que, de lo contrario, serían imperceptibles. Por último, el entendimiento de la fabrica de NOMOS, en el proceso de producción y decoración de nuestros calibres, revela que el brillo del movimiento, la suavidad de los componentes y su interacción semejante a un baile son también el resultado de la energía del movimiento que se introduce en ellos durante el proceso de producción. Al igual que el resorte principal almacena la fuerza de cuerda y luego la libera con una precisión medida, el reloj mecánico en su conjunto conserva el conocimiento, la habilidad y la dedicación de aquellos que lo fabrican. Pura energía.

5.12. Puesta en marcha

Siempre es un placer ver un movimiento NOMOS empezar a funcionar. Para poner todo en movimiento, hace falta energía, ya sea procedente de la cuerda manual o del movimiento de la muñeca. Y, al final, se necesita unescape, como el Swing System de NOMOS, mantenido aquí en el calibre DUW 3001 por un puente del volante. En medio, hay muchos componentes con una variedad de funciones. Primero, los engranajes del sistema de cuerda transmiten la energía al resorte principal, que a continuación la distribuye de manera uniforme al tren de engranajes. En este punto se necesita aceleración. Por cada vuelta del barrilete del resorte principal, la rueda de escape gira más de 4700 veces. En este momento, el Swing System de NOMOS ya ha completado más de 71 000 oscilaciones, y la manecilla de los segundos ha avanzado más de 142 000 pasos. Pero solo en círculo. Su objetivo son 518 400 pasos al día, y entonces todo será perfecto.

5.11. Renovar el cierre

El fondo, el bisel, la corona, el cristal... Existen numerosos lugares en la caja de un reloj que requieren un cierre fiable. No se trata solo de protegerlo frente al agua al bañarse en una piscina, al nadar en el mar al atardecer o al mojarse durante un chaparrón de camino a casa al volver del trabajo; el funcionamiento interior de un reloj mecánico también debe estar protegido frente a la humedad elevada. Por lo tanto, merece la pena someter a prueba la resistencia al agua de un reloj de manera anual —incluso en aquellos que no son aptos expresamente para nadar— para garantizar la longevidad del reloj.

5.10. Sujeción de las manecillas

¿Qué sería de todos los engranajes, resortes, tornillos y platinas sin las manecillas que muestran la hora al final? Y, por supuesto, las manecillas necesitan todos los demás componentes, ya que de lo contrario no habría nada que mostrar. ¡Qué interacción tan armoniosa! Para garantizar que esta armonía también es visualmente perfecta, las manecillas deben posicionarse correctamente: la manecilla de minutos debe apuntar a las doce de manera precisa cuando la manecilla de horas tiene una hora completa en su punto de mira. Para ello, nuestros relojeros y relojeras necesitan buen ojo y buen pulso, como ocurre casi con cada paso. Paciencia, calma y concentración, y la armonía estará garantizada.

5.9. Montaje de la platina de cubierta del horario universal

La platina de cubierta del calibre de horario universal cubre casi todas las piezas necesarias para la función de horario universal. Esto incluye las palancas de cambio, que se activan a través de los empujes de la caja, y la rueda de bloqueo, que funciona junto con la estrella correctora para hacer avanzar el disco de las ciudades y la manecilla de horas de manera sincronizada. Y eso no es todo: también cubre la estrella de las horas, que se puede usar para ajustar la manecilla de horas y establecer un horario universal en el reloj; la rueda de cambio de hora, que impulsa el disco de horario y proporciona al reloj un segundo indicador de hora; y la rueda correctora, que permite que la manecilla de horas salte 30°. ¿Quién se supone que se acuerda de todo esto? Nuestros relojeros y relojeras de NOMOS. ¡Menos mal que saben lo que hacen!

5.8. Sujeción del tubo de los minutos

El tubo de los minutos sostiene la manecilla de los minutos y a la vez impulsa la rueda de la hora a través de una breve transición. Aquí es donde la amplitud, el nivel de eficiencia y la frecuencia de oscilación se convierten en tiempo real. Y este tiempo debe poder ajustarse. Por eso, el tubo de los minutos no está sujeto de manera permanente al tren de engranajes; se monta como un tubo sobre una varilla. El tubo y la varilla solo se pueden girar con respecto al otro con una fuerza definida, conocida como la «fricción de los minutos». Para garantizar que esta fuerza siempre es la misma al ajustar las manecillas a través de la corona, se necesita la cantidad correcta del tipo correcto de grasa en el lugar correcto.

5.7. Caja giratoria

Sea automático o manual, todo reloj se somete a pruebas en la caja giratoria. Esto simula el uso del reloj, lo que significa que la posición cambia constantemente. De este modo, la interacción de todas las piezas se comprueba en condiciones próximas a las de la vida real. En el caso de los relojes automáticos, también se comprueba si el reloj se da cuerda a sí mismo lo suficientemente rápido. La caja giratoria muestra rápidamente si el reloj aún no funciona de manera fluida. Los relojes NOMOS no temen esta prueba. Con su preciso trabajo, nuestros relojeros se aseguran de que cada reloj disfrute de su estancia en la caja giratoria como si de una noria se tratase.

5.6. Montaje de la rueda de la corona

La rueda de la corona, que se asienta sobre la platina de tres cuartos con su brillante pulido radial de Glashütte, tiene la función de transmitir la fuerza de cuerda desde la corona hasta el resorte principal. El núcleo sobre el que descansa solo se sujeta mediante dos tornillos diminutos. Esto parece divertido, y en el DUW 6101 la rueda de la corona en realidad puede reclinarse en gran parte y dejar que el sistema de cuerda automático haga el trabajo. Sin embargo, en el calibre de cuerda manual, la rueda de la corona siempre está bajo tensión. El núcleo tiene que soportar mucho, por lo que los dos pequeños tornillos se fijan con un destornillador dinamométrico. Esto garantiza que no queden ni demasiado sueltos ni demasiado apretados, porque, como todo el mundo sabe, ¡si se aprieta demasiado se saldrá!

5.5. Perlaje

Con una punta de amolar, se procede al perlaje de algunas superficies de la platina de trabajo: una decoración sencilla con un gran efecto. El perlaje parece moverse en diferentes condiciones de luz, lo que resulta muy atractivo de mirar. Aunque solo los relojeros de nuestra empresa y los distribuidores gozan de la oportunidad de disfrutar de este espectáculo, nos aseguramos en todo caso de que tienen algo bonito de lo que disfrutar.

5.4. Torneado de la rueda aceleradora

Torneado transversal y longitudinal, centrado, taladrado, biselado, separación… y listo. ¿La arandela? No, la pieza en bruto de la rueda aceleradora. Con una precisión de unos pocos micrómetros, este proceso conlleva mucho más trabajo del que pueda imaginar. En el siguiente paso, la rueda aceleradora obtiene los dientes. Después, pasa a formar parte de un componente que garantiza que la fecha cambia justo a tiempo a medianoche. La rueda aceleradora forma parte de nuestro mecanismo de fecha patentado en el DUW 6101.

5.3. Montaje preliminar de la rueda de minutos

La rueda de minutos se sitúa en el centro de nuestros calibres. Transmite la energía del barrilete del resorte principal al tren de engranajes conectado y, al mismo tiempo, mueve el minutero: dos tareas muy importantes. Como está en contacto directo con la reserva de marcha, tiene que ser muy resistente. El remache de la rueda y del engranaje tiene un par muy alto para soportar una enorme cantidad de fuerza. Para garantizar que funciona de manera fiable durante generaciones, los ingenieros y tecnólogos se esfuerzan en lograr las dimensiones perfectas para los componentes y la mejor forma posible de montarlos: con rapidez y coherencia. Solo los procesos de montaje de eficacia probada garantizan la calidad y, por ende, el poder disfrutar de nuestros relojes durante décadas.

5.2. Ajustar la correa metálica

¡No siempre es fácil lograr que la correa tenga la longitud correcta! Las correas de cuero o de tela suelen estar disponibles en diferentes tamaños con diversos agujeros para adaptar la longitud. Por su parte, las correas metálicas también ofrecen un sistema de regulación, pero esto no siempre es suficiente. Para lograr que el reloj se adapte perfectamente a la muñeca, a veces es necesario adoptar medidas más complejas. Si se requiere un gran cambio, se pueden ir retirando los eslabones de la correa, lo que se puede llevar a cabo de forma rápida y segura con un pequeño juego de herramientas. Del mismo modo se puede ajustar la posición de la hebilla en el brazo. De esta forma, se garantiza que el reloj encaje y luzca a la perfección, que es justo lo que se merece.

5.1. Montaje final del barrilete del muelle real

En este penúltimo paso, el barrilete del muelle real se cierra. Así, el muelle no se mueve y hace su trabajo sin interrupciones. Sin él, nada funcionaría. Sin la energía, el reloj no daría la hora. Sin embargo, para que funcione a pleno rendimiento, el núcleo del muelle del barrilete debe tener un mínimo de espacio. Es fundamental comprobar que así sea. Si se perdiese energía, el volante oscilaría con lentitud, la precisión de la hora se resentiría y el reloj podría detenerse antes de lo previsto. Por suerte, nuestro personal está muy pendientes de esto, ya que comprueba y ajusta el muelle para que la energía pueda aprovecharse de forma eficiente. Para el disfrute de todos.