Regulación

Esta fase de trabajo es siempre edificante: el sistema de regulación, compuesto por el puente del volante y el volante de equilibrio, se inserta en el calibre. En ese momento, el movimiento cobra vida y empieza a hacer tictac. Se deja así durante un día para que haga su rodaje. A continuación, se prueba y se ajusta en seis posiciones distintas durante una semana. La precisión requiere calidad, experiencia y tiempo.
Una vez colocado el sistema de regulación, se comprueba si todas las piezas del movimiento funcionan juntas correctamente y si la energía se transmite a través del tren de engranajes de forma óptima.
La curva del extremo a menudo sirve para ajustar rápidamente el ritmo del reloj, ya que la frecuencia —que es la oscilación del volante de equilibrio— se puede ver afectada al cambiar la longitud efectiva del espiral del volante. Para garantizar que esto ocurra de manera fiable y en pasos uniformes, la curva del extremo debe tener un radio perfecto hasta el punto central. Esto requiere un buen ojo, un buen pulso y mucha experiencia.

Una vez montados, los calibres NOMOS deben demostrar su precisión en todas las posiciones.

Colocamos cada movimiento en un cronocomparador, que utiliza un potente micrófono para grabar el sonido del tictac y, luego, analiza si oscila en la frecuencia ideal.