Los clásicos atemporales de NOMOS Glashütte
A veces más pequeño, a veces con un movimiento manual, pero siempre una declaración de intenciones
Magistrales líneas rectas: nuestro clásico Tangente se identifica con NOMOS Glashütte como ningún otro.
Premiado múltiples veces, Metro de NOMOS es un reloj de mundo y al mismo tiempo muy de Glashütte.
Números romanos, índices finos y un bisel muy elegante: Ludwig es un clásico contemporáneo.
Simplemente bello: con sus curvas claras pero suaves, el modelo Orion es un ejemplo de sobriedad.
La cuadratura del círculo: Tetra es el único reloj cuadrado de NOMOS, muy rectilíneo y consistente.
Con su combinación de buen humor y de alta precisión, Minimatik es el arquetipo de un reloj.
Club es un reloj deportivo y joven, el acompañante perfecto para los logros importantes en la vida.
Robusto y elegante dentro y fuera del agua: Ahoi hace gala de una figura perfecta (no solo en la playa).
Fiable como ninguno: Tangomat es más grande, más macizo y posee calibre automático.
Pole position: Autobahn convence con sus formas claras, sus curvas rasantes y un motor muy especial en su interior.
Con su compleja caja, Zürich es una obra de arte en formato pequeño: llamativo, cosmopolita y muy elegante.
Artesanía en su mejor forma: el reloj de taller Lux con caja de oro de 18 quilates y calibre moldeado DUW 2002.
Relojería de excelencia en oro de 18 quilates: Lambda es una de las mejores creaciones de Glashütte.