175 años de tradición de Glashütte adaptados a la actualidad: Ludwig, un clásico de NOMOS renovado con esfera de esmalte blanco brillante. Especialmente bello en muñecas delicadas: Ludwig 33 Duo esmalte blanco. Un poco más grande: Ludwig 38 esmalte blanco con segundero. El fondo de la caja de acero inolvidable ofrece espacio para un grabado personalizado y convierte a Ludwig en un reloj para toda la vida.

Detalles

Clásico como siempre: Ludwig esmalte blanco

Números romanos sobre una base de esmalte blanco, agujas de filamento templadas azules, minutería ferrocarril: como modelo de dos agujas con un diámetro de 33 milímetros, Ludwig 33 Duo está predestinado a las muñecas más delgadas. Las elegantes asas curvadas hacen posible que la caja de acero inoxidable se ciña suavemente a la muñeca.

Debido a que Ludwig Duo 33 esmalte blanco prescinde del segundero, posee un aspecto más sobrio y reducido, sin por ello renunciar a la fiabilidad y a la alta precisión habituales. Así de claro.

Un poco más grande, clásico como siempre: Ludwig 38 esmalte blanco con segundero. Su diámetro de 37,5 milímetros le otorga a Ludwig 38 un aspecto ligeramente más llamativo. El grosor de Ludwig 38 no supera los siete milímetros, su fina caja de acero inoxidable posee un biselado aparentemente convexo y sus asas elegantes hacen que calce a la perfección en la muñeca.

Aunque Ludwig esmalte blanco cuenta con números romanos, IV es remplazado por IIII, ya que así lo dicta la tradición relojera. Las agujas de filamento templadas azules le otorgan un toque moderno. ¡El equilibrio de un clásico!

Los mejores mecanismos de cuerda manual de NOMOS Glashütte

Con Alpha comenzó todo

El número uno para un clásico: Ludwig esmalte blanco cuenta con el calibre manual Alpha, el primer mecanismo producido por NOMOS Glashütte; su alta precisión es motivo de grandes elogios. El fino calibre de fabricación propia se produce a mano en Glashütte y, una vez que se le da cuerda, marcha con seguridad hasta 43 horas seguidas. Resistente, fiable y extremadamente preciso. Para los amantes de los relojes, el tradicional ritual matutino de darle cuerda es todo un placer.