Dura una eternidad y, cuanto más lo llevas, mejor aspecto tiene: la correa de NOMOS está elaborada con auténtica piel de anca de potro Horween Genuine Shell Cordovan. La fabricación de este precioso cuero requiere mucha experiencia, talento, paciencia y cariño. Y, por supuesto, los fuertes vientos de Chicago.
Nuestra filosofía al fabricar relojes también se aplica a nuestras correas. Solo trabajamos con los mejores materiales, y no conocemos un cuero de mayor calidad que la famosa piel de anca de potro Horween Genuine Shell Cordovan, proveniente de Chicago: uno de los cueros más caros y valiosos del mundo.
Solo una parte muy concreta de cada piel llega a Chicago para convertirse en correas NOMOS. Se trata de lo que los expertos denominan «ancas»: dos pequeñas partes en forma de riñón que se sitúan en los cuartos traseros del caballo, fuera del alcance de la cola o de los dientes con las que se espantan las moscas. La piel de esta zona es especialmente gruesa, densa y fuerte; con ella, se consigue un cuero proporcionalmente bello y duradero, ideal para unas correas que duran como ninguna otra.
En Horween, la quinta generación de un pequeño negocio familiar en Chicago curte el cuero según la tradición mediante un proceso extremadamente trabajoso que no ha cambiado en más de un siglo. En una antigua fábrica situada a orillas del río Chicago, cortan, rasuran y curten a mano las pieles.
Las piezas ya cortadas, que se denominan «shells» y tienen más o menos el tamaño del asiento de una silla, se mantienen hasta cuatro meses en una mezcla de agua, aceites y taninos vegetales. En lugar de usar productos químicos, estos curtidores trabajan con materiales naturales, lo que significa que el color y tono finales son una auténtica lotería. Es por ello por lo que estas pieles solo se ordenan por colores al terminar el proceso. Para terminarlas, se engrasan y se pulen con máquinas especializadas con cabezales de cristal. Gracias al planchado, al frotado manual y a la exposición al calor, la piel de anca de potro Horween Genuine Shell Cordovan desarrolla su brillo único y casi metálico.
El resultado final de este complejo proceso es un producto natural con una durabilidad excepcional: ningún cuero se acerca ni de lejos a la calidad de la piel de anca de potro Horween Genuine Shell Cordovan. Gracias a su alto contenido en aceite, para mantener el brillo de las correas basta con un frotado rápido. Además, puede soportar el viento y las inclemencias del clima con facilidad. Otros tipos de cuero pueden desarrollar arrugas pasado un breve periodo de tiempo, la auténtica piel de anca de potro Horween Genuine Shell Cordovan permanece lisa y sin pliegues. Su belleza no hace más que aumentar cada día.