Aunque todos los días del año queremos demostrarle nuestra dedicación a las personas que amamos, el 14 de febrero amerita un obsequio especial que transmita amor. Los relojes NOMOS contienen amor por partida doble: el de los relojeros de Glashütte, que con su paciencia, su tacto y su preciso criterio montan en numerosas etapas de trabajo entre 100 y 188 piezas individuales diminutas hasta finalizar el calibre de fabricación propia, e incluso graban a mano alzada superficies minúsculas como la del puente de áncora del reloj de taller Lux.
Y el de las personas que los obsequian, plasmado en palabras y grabado por NOMOS de manera gratuita hasta el 14 de febrero en el fondo de acero inoxidable. Para que el amor se pueda sentir sobre la piel tanto en San Valentín como todos los días del año.